jueves, 26 de diciembre de 2013

Saga Crepúsculo


La Saga Crepúsculo (Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse y Amanecer)se ha convertido en una de las series de novelas más conocidas en todo el mundo. Vendiendo millones de ejemplares, estos libros de Stephenie Meyer se han posicionado en lo alto de las listas de bestsellers en innumerables ocasiones y han servido de ejemplo a muchos otros autores.
Los nombres de Isabella Swan y Edward Cullen son conocidos por todos nosotros, al igual que su historia, pero aún así, es un libro del que nunca te aburres. Es perfecto para cualquier edad, gracias a su carácter adictivo, que te obliga a seguir leyendo y querer siempre más. Ha recibido todo tipo de críticas, algunas calificándolo como una obra maestra, otros de incongruente y otros, simplemente llevándolo a un lado más cómico, haciendo todo tipo de parodias y bromas. Aún así, en mi opinión sigue siendo una de las grandes sagas que nadie debe perderse, ya que combina el estilo de la novela romántica y la de ficción. Aquí os dejo un fragmento de cada uno de los libros:

“Hay tres cosas de las que estoy completamente segura.
Primera, Edward es un vampiro.
Segunda, una parte de él 

se muere por beber mi sangre.
Y tercera, estoy total y perdidamente enamorada él.”

“Cuando el papel me cortó el dedo, sólo salió una gota de sangre del pequeño rasguño. Entonces, todo pasó muy rápido. "¡No!", rugió Edward. Se arrojó sobre mí, lanzándome contra la mesa y aterricé en un montón de cristales hechos añicos. Jasper chocó contra Edward y el sonido pareció el choque de dos rocas...
Aturdida y desorientada, miré la brillante sangre roja que salía de mi brazo y después a los ojos enfebrecidos de seis vampiros repentinamente hambrientos...”

“De pronto, saltó una chispa de intuición en aquel silencio sepulcral y encajaron todos los detalles. Algo que Edward no quería que supiera. Algo que Jacob no me hubiera ocultado. Algo que había hecho que los Cullen y los licántropos anduvieran juntos por los bosques en peligrosa proximidad.
Algo que, de todos modos, había esperado. Algo que yo sabía que volvería a ocurrir, aunque deseara con todas mis fuerzas que no fuera así.
¿Es que nunca jamás se iba a terminar?”
“"No tengas miedo", le susurré. 

"Somos como una sóla persona".

De pronto me abrumó la realidad de mis palabras.
Ese momento era tan perfecto, tan auténtico. 

No dejaba lugar a dudas.

Me rodeó con los brazos, me estrechó contra él y hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobró vida propia. 

"Para siempre", concluyó.”


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